Dórico, Jónico y Corintio; estos son los órdenes griegos. El primero exalta la belleza del hombre, el segundo la belleza femenina y el tercero nos cuenta una historia. En palabras de Vitruvio, una mujer adulta de Corintia se enferma y muere. Despues de su funeral, se ponen todas sus pertenencias en una canasta cubierta por una baldosa. Con el tiempo un acanto crece debajo de la canasta y la naturaleza florece. Callimachus al observar el pequeño monumento de la chica de Corintia se inspira y desarrolla este orden.
Las imagenes de este atlas son columnas que transcienden ordenes. Estas columnas, al igual que la columna Corintia, tienen una historia detrás. Una historia que da lugar a una nueva forma. Una forma que puede sostener cosas más allá que una viga o una cubierta.